sábado, 23 de abril de 2011

Machala

Jueves, viernes, sábado y domingo de Semana Santa

He tomado asiento en una cyber del centro de Machala. Son casi las seis de la tarde y acabamos de regresar del Mall con la Marycarmen y la Doris. El espacio de los centros comerciales ya va tornándose familiar.
El miércoles salimos de Quito apenas terminado el trabajo a las 10:15 desde Quitumbe. Unas horas antes la Pensil me había llamado desde Toulousse para que le tome fotos a la ciudad donde había pasado su primera infancia. Pero esta vez no llevábamos cámara.
Optamos por Occidental que era la que ofrecía un buen horario. Comenzamos con sobreventa de pasajes. Menos mal que no eran nuestro puestos.
Como siempre casi no pude dormir durante el viaje nocturno. Me desperté en Naranjal cerca de las 6:30 del sábado. A las 8:20 estábamos en Machala para buscar un hotel. En la capital orense no hay terminal terrestre pero el centro al menos luce muy ordenado. Se ve que sigue el modelo guayaquileño de regeneración urbana. El primer hotel en el preguntamos se llama Ecuador. Habitaciones por 10 usd con aire acondicionado y tv cable. Así son siempre mis viajes ahora.
Descansamos hasta medio día ya salimos hacia Puerto Bolívar en uno de los buses que cruza por el centro de de la ciudad. Caminamos por el malecón. Un restaurante caro en el muelle de cabotaje. Yo fui por una parihuela a la peruana. Enseguida nos embarcamos en la fibra hacia Jabelí. 1.5 usd por persona y menos de 30 minutos de viaje.
Es otro paisaje: una isla con aceras en lugar de calle. Cócteles en la playa y regresamos a las 17:00. Hay transporte hasta las 18:00. En la noche directamente a descansar.
El viernes salimos hacia Santa Rosa. Todos los buses parten del centro de la ciudad. De Santa Rosa pagamos un taxi por 3 usd para Jelí. Como no me había mojado en el mar de Jambelí aproveché para nadar en el puerto fluvial de Jelí. Y comer con sazón peruana en Hola la Ola. Yo un cebiche peruano y un róbalo a la plancha.
Después el problema de salir de Jelí ya que por el feriado no había buses. Alguien nos dió un aventón hasta Santa Rosa y de ahí nuevamente el bus hacia Machala. El bus navega por un mar verde de platanales.
Es viernes santo y salimos en la noche hacia la catedral. Copa Cabana es un café agradable. El tráfico está cerrado y se siente la tranquilidad de las vías peatonizadas. No nos quedamos mucho tiempo. Preferimos mirar el maratón de misterios bíblicos por la tele.
Para la mañana del sábado damos con otro sitio excelente para los desayunos. Nos quedan casi doce horas de estancia en Machala hasta que salga el bus Trans Esmeraldas.
Caminamos hacia el Malecón. Al final el calor nos rinde y paramos el bus. Probamos otro restaurante caro el muelle de cabotaje y no resulta tan bien. Pero igual voy por el ceviche de corvina y una caipiriña.
Luego la Doris y la Maricarmen contratan un fibra para un paseo particular de 15 usd hacia la isla que tiene muchos pájaro y los lugareños llaman de los enamorados. Pasamos a costado de los mercantes que llenan sus bodegas con el banano.
Otra vez el Puerto optamos por un lugar con más salsa. Yo voy esta vez por el cebiche marinero y cuatro cervezas para hacer tiempo.
Ya nos aburrimos. Son las 18:11. Esperamos la salida de nuestro bus. El calor, la humedad, el sopor, el Ecuador.