Ayer sábado aproveché las últimas horas de la tarde, de las 16:30 hasta la 19:00, con la Honda Tornado. De Quitumbe para pasar por San Rafael hasta Píntag. Regresar a Sangolquí y de ahí a Amaguaña hasta Tambillo. Justo a tiempo en la casa para cenar.....sopa de wantán.
Saliendo hoy a las 10:00 completé el recorrido por Cumbayá, Tumbaco hasta Pifo. Sin parar por su puesto hasta el Quinche, Guayllabamba, el centro de Quito, recordar Guápulo y estar de nuevo en casa a las 14:00. El almuerzo que conseguí fue hamburguesa con cola.
Con cuatro horas sobre la moto empieza el cansancio: dolor en la mano que gobierna el acelerador, el casco que empieza a apretar las sienes, el calor que desprende la máquina, el cansancio general sobre todo el cuerpo.
Recientemente les contaba a mis amigos de viaje lo violenta que puede ser la vida diaria. Estas dos pequeñas excursiones en la moto en cambio, fueron de mucha paz.
La imagen, un fotograma de “Death Proof”.
¿Qué tiene esto que ver con el Samsara y el Nirvana?. Bueno, mientras finaliza la película de Tarantino suena una canción cuya versión original me vengo a enterar es de Serge Gainsbourg y que dice algo así como: “Ya deja en paz a las chicas”. Mañana es 8 de marzo.
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