Como ya me alejo del mar comienzo con una imagen del Mare Nostrum
Llegue a Chambery desde Toulousse a eso de las 10 de la noche. Se cruzo en mi camino un kebab. Nada que ver con lo que pude comer ayer cuando Bernard nos invito a Vadim y a mi a probar la casoulette toulousainne. El menu era de 34 euros en un restaurante de la Place St. Georges. Incluia a mas de la casoulette una entrada de foie grass y un postre croustilliannte des framboisses. La botella de vino de 22 euros que eligieron era de la region de Montpeiller de donde es originario Vadim.
Menos mal que fui invitado. Es que parece que el presupuesto para viajes se agoto asi que julio se avecina con muchos sanduches y noches de alcoba.
Antes de subirme al tren en Toulousse pase por las afueras del Pink Club que se encuentra al frente de la estacion. En el cartel dice que la entrada cuesta 20 euros con derecho a un consumo. Para otra vez sera.
Para recordarme de los que sienten los franceses la Pensil creo que perdio algunos de mis libros. Pero conservo Les Temps Hypermodernnes de Lypovetsky. Siento, veo y escucho mucho desanimo en la sociedad fracesa. No se trata de un pesismismo destructivo sino que parece llevar a la abulia total. De todas formas no estoy aqui para ocuparme de esos problemas.
Yo sin embargo veo mucha creatividad y cultura dentro de esta sociedad. Gracias a ello ya tengo algunas fotos para estas entradas cortesia de la camara de Eric.
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