domingo, 6 de septiembre de 2015

De vuelta a Europa

Y al reencuentro con la palabra escrita. Con una tesis que pasar al papel. El lunes empiezo redactando la parte de los datos. Serán diez meses.
Para retomar las letras, la novela "Número Cero" de Umbero Eco donde la escritura se usa para hacer el mal.
Me queda todavía la despedida con la Andrea en el Aeropuerto de Quito hace una semana.
Después el tratar de reparar la motocicleta que se ha quedado bajo el sol del verano alpino durante tres meses. Claro no enciende. Trato de cargar la antigua batería que ya daba problemas antes de irme y no se soluciona. Mejor compro una batería nueva por 50 euros que me la entregan cargada en dos días. Y además me reciben la batería antigua con lo que me evitan un largo viaje al basurero de desechos especiales.
Bien, ayer he reemplazado la batería pero el resultado es un humo negro intenso. La moto trata de encender pero se ahoga. Es sábado por la tarde y salgo a buscar una mecánica cercana. Camino por todo el bario de la Ile Verte donde me habían dicho que había mecánicas pero no doy con ella.
Esta mañana me he levantado con la idea de que podía ser definitivamente el filtro de aire. Ya me di cuenta antes de partir que le había puesto demasiado aceite al reserervorio y luego este pasa a la cámara del filtro de aire y de ahí a la combustión que producer todo ese humo negro.
No es difícil acceder al filtro de aire en la Honda Transalp así que lo desarmo y encuentro la cámara efectivamente rebosando de aceite. La primera prueba es tratar de encender la moto sin el filtro. Claro, enciende pero la apago rápidamente.
Ahora trato de limpiar el filtro de aire. Como es de papel la recomendación es cambiarlo. Al menos le salpico un poco de gasolina del depósito para que se vaya el exceso de aceite. También limpio la cámara del filtro con un poco de gasolina.
Como la previsión me dice que no debería encender inmediatamente la moto, voy a aprovechar la piscina de la residencia pues todavía hay rezagos del verano. El clima es perfecto en Grenoble.



domingo, 8 de febrero de 2015

Charb

Las mejores respuestas de Charb en donde expone su filosofía que lo aleja de los liberales y libertarianistas:
  
Charb: Yo critico la política no a la persona. Mis caricaturas tienen un propósito.

P:¿Hay un límite que no debe ser transgredido?
Charb: Ahhyy... El límite lo experimentamos todos los días con la ley,...., el límite es a nosotros los caricaturistas y periodistas de probarlo regularmente.


Charb: En Charlie Hebdo hemos tenido muchísimos más juicios planteados por la extrema derecha católica que por los musulmanes. Los católicos nacionalistas franceses nos han seguido más de 10 juicios mientras que los musulmanes sólo uno por la caricaturas de Mahoma.

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.”
Charb: Yo NO lucharía hasta la muerte para que las palabras puedan ser expresadas.

Charb: Si tengo informaciones sobre la vida privada de los políticos no soy yo el que los va a revelar primero. Eso no me interesa.

Charb: Los periódicos no puede vivir de haciendo noticia sobre lo que encuentran en internet. 

Debate en Char y André Bercoff

lunes, 19 de enero de 2015

La filosofía de la Ilustración


En 2005 el físico, especialista en acústica, Antonio Fischetti y el zoólogo sistémico Guillaume Lecointre publicaron un libro sobre la ciencia como la veía Charlie Hebdo (''Charlie Hebdo ramène sa science'').
Antonio Fischetti se salvó de morir en la masacre del 7 de enero pues ese día estaba asistiendo al funeral de su tía. Esta es la traducción de las palabras escritas por Guillaume Lecointre después de la tragedia:


El periódico Charlie Hebdo ha sido, una vez más, duramente atacado por haber defendido la libertad de criticar las ideas. Esta vez sí, personas, intelectuales de gran talla, han pagado el precio con su vida. Las Ediciones Materiológicas son solidarias del dolor de los parientes y de todos aquellos que reconocen un valor emancipador al uso de la razón crítica. De hecho en ese combate, Charlie Hebdo era un precioso aliado, situado en primera línea.

Yo estuve a cargo de la columna sobre ciencia en Charlie Hebdo de 1995 al 2005. Más tarde, tuve colaboraciones esporádicas con el periódico, y ultimamente para el número especial de septiembre de 2013 sobre el laicismo. Desde que retomaron la riendas del periódico en 1992, François Cavanna y Philippe Val querían que la columna científica no se contentara con exponer los resultados, sino que se invite a la reflexión. Querían que escribiese ''como para un amigo que tu consideras inteligente''. Ellos eran amigos de la ciencia y de la instrucción pública, que saben hacer la diferencia entre el valor de la ciencia como método de comprensión del mundo real y sus usos y aplicaciones a veces discutibles. Ese discernimiento no está muy extendido a la izquierda del espectro político. Es así que fue posible crear una columna de opinión donde una de sus ambiciones era de explicar como la ciencia efectúa una reflexión sobre sí misma, un semanario con la capacidad de publicar epistemología ilustrada por Charb, Riss, Luz, Honoré... Antonio Fischetti se juntó a nosotros durante la ruta hacia la creación de la columna de opinión, y más tarde, juntos seleccionamos una parte de nuestras crónicas para hacer un libro estructurado según los cuatro sentidos comunes de la palabra ciencia, con el objetivo pedagógico de alentar el discernimiento.

Charlie Hebdo es un heredero de la Ilustración. El siempre ha apostado por la razón y fustigado a los charlatanes, las pseudociencias, las supersticiones, el relativismo y el espiritualismo rampante, así como al New Age y el ecologismo cuando estos dos últimos se asocian con los precedentes. Siempre ha combatido las manipulaciones mentales vengan de donde provengan, el obscurantismo, el clericalismo político, la tentativa de intrusión de las religiones en las escuelas, en la investigación, y de manera general en los servicios públicos, y su influencia sobre las leyes, todo esto manteniéndose a su vez como un periódico fuertemente anclado a la libertad de conciencia individual, aquella de tener la religión que uno elija o de no tenerla. Los actores de Charlie Hebdo son verdaderos laicos.

Que se me permita terminar con un toque íntimo  refiriéndome a aquellas víctimas a las que maś tuve la oportunidad de conocer personalmente. Charb era de un inteligencia maliciosa formidable. Cuando se escribe su crónica y se descubre el dibujo de Charb que la va a ilustrar, uno se cuestiona para qué se ha escrito, en tanto que el dibujo resume la quintaescencia del contenido. Tignous era un hombre adorable, de una gran humanidad. Bernard Maris tenía la misma pasión que nosotros por transmitir y combatir el seguidismo generalizado que gangrena su disciplina, la economía. Todos eran divertidos y valientes a la vez, de un talento tan grande como mi pena.

Guillaume Lecointre
9 de enero del 2015 

En la imagen: la marcha del 11 de enero en Grenoble.