lunes, 19 de enero de 2015

La filosofía de la Ilustración


En 2005 el físico, especialista en acústica, Antonio Fischetti y el zoólogo sistémico Guillaume Lecointre publicaron un libro sobre la ciencia como la veía Charlie Hebdo (''Charlie Hebdo ramène sa science'').
Antonio Fischetti se salvó de morir en la masacre del 7 de enero pues ese día estaba asistiendo al funeral de su tía. Esta es la traducción de las palabras escritas por Guillaume Lecointre después de la tragedia:


El periódico Charlie Hebdo ha sido, una vez más, duramente atacado por haber defendido la libertad de criticar las ideas. Esta vez sí, personas, intelectuales de gran talla, han pagado el precio con su vida. Las Ediciones Materiológicas son solidarias del dolor de los parientes y de todos aquellos que reconocen un valor emancipador al uso de la razón crítica. De hecho en ese combate, Charlie Hebdo era un precioso aliado, situado en primera línea.

Yo estuve a cargo de la columna sobre ciencia en Charlie Hebdo de 1995 al 2005. Más tarde, tuve colaboraciones esporádicas con el periódico, y ultimamente para el número especial de septiembre de 2013 sobre el laicismo. Desde que retomaron la riendas del periódico en 1992, François Cavanna y Philippe Val querían que la columna científica no se contentara con exponer los resultados, sino que se invite a la reflexión. Querían que escribiese ''como para un amigo que tu consideras inteligente''. Ellos eran amigos de la ciencia y de la instrucción pública, que saben hacer la diferencia entre el valor de la ciencia como método de comprensión del mundo real y sus usos y aplicaciones a veces discutibles. Ese discernimiento no está muy extendido a la izquierda del espectro político. Es así que fue posible crear una columna de opinión donde una de sus ambiciones era de explicar como la ciencia efectúa una reflexión sobre sí misma, un semanario con la capacidad de publicar epistemología ilustrada por Charb, Riss, Luz, Honoré... Antonio Fischetti se juntó a nosotros durante la ruta hacia la creación de la columna de opinión, y más tarde, juntos seleccionamos una parte de nuestras crónicas para hacer un libro estructurado según los cuatro sentidos comunes de la palabra ciencia, con el objetivo pedagógico de alentar el discernimiento.

Charlie Hebdo es un heredero de la Ilustración. El siempre ha apostado por la razón y fustigado a los charlatanes, las pseudociencias, las supersticiones, el relativismo y el espiritualismo rampante, así como al New Age y el ecologismo cuando estos dos últimos se asocian con los precedentes. Siempre ha combatido las manipulaciones mentales vengan de donde provengan, el obscurantismo, el clericalismo político, la tentativa de intrusión de las religiones en las escuelas, en la investigación, y de manera general en los servicios públicos, y su influencia sobre las leyes, todo esto manteniéndose a su vez como un periódico fuertemente anclado a la libertad de conciencia individual, aquella de tener la religión que uno elija o de no tenerla. Los actores de Charlie Hebdo son verdaderos laicos.

Que se me permita terminar con un toque íntimo  refiriéndome a aquellas víctimas a las que maś tuve la oportunidad de conocer personalmente. Charb era de un inteligencia maliciosa formidable. Cuando se escribe su crónica y se descubre el dibujo de Charb que la va a ilustrar, uno se cuestiona para qué se ha escrito, en tanto que el dibujo resume la quintaescencia del contenido. Tignous era un hombre adorable, de una gran humanidad. Bernard Maris tenía la misma pasión que nosotros por transmitir y combatir el seguidismo generalizado que gangrena su disciplina, la economía. Todos eran divertidos y valientes a la vez, de un talento tan grande como mi pena.

Guillaume Lecointre
9 de enero del 2015 

En la imagen: la marcha del 11 de enero en Grenoble.

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