Domingo 20 de diciembre
Uno de nuestro objetivos en este viaje era probarnos como pescadores deportivos. Para ello contábamos con cuatro excelentes aparejos de pesca proporcionados por el Wilfrido. Durante las jornadas anteriores en el auto, habíamos hecho uso de los conocimientos mecatrónicos de la Doris para asegurarnos del correcto funcionamiento de los carretes; yo había recordado mis cursos de homotopía para juntar con excelsos nudos los anzuelos y pesas al sedal, se acopló un cebo espacializado de la era espacial y.....todo ello como era de esperarse con resultados negativos. Creo que el Wilfrido al final debió recibir algo de "ayuda" de los triunfeños para exhibir sus trofeos de pesca.
Era el día del regreso. El sitio donde acampamos se conoce como el Corazón y el vehículo de doble tracción necesita una media hora para recorrer la ruta hasta el Triunfo. Es así que partiendo a las 11:00 llegamos a Baños a las 12:30. Como el desayuno en el campamento había sido sustancioso: el incomparable aroma del café, el río y la fogata, fuimos directo a las piscinas.
A las cuatro de la tarde salimos a comer, elección italiana esta vez. Dejamos Baños a las 18:30 y estábamos en Quitumbe a las 21:30. Feliz Navidad en las montañas.
martes, 29 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
Llanganatis. La entrada es por el Triunfo
Sábado 19 de diciembre
Salimos de Patate a las 9:00h. Cumplimos un ritual del que yo no tenía si no recuerdos de infancia: visitar la basílica del Señor de los Terremotos y su templete en el sitio exacto del hallazgo de la imagen después del Terremoto de 1797. Es por esto que por Baños pasamos las 10:45. Es cierto que la ruta por Patate hacia el Triunfo podía resultar mucho más emocionante que hacer la vuelta por Baños pero no queríamos forzar demasiado el vehículo de Wilfrido.
La ruta por Baños hacia el Triunfo comienza pasando la Ulba antes de Agoyán. Hay un gran letrero en el camino que anuncia la entrada al Parque Nacional de los Llanganatis. Este camino está casi totalmente pavimentado y correctamente señalizado. Llegamos al Triunfo a las 11:30.
Lo primero era preguntar por Don Segundo Rodríguez, el guía de montaña más emblemático de los Llanganatis y uno de los primeros colonos del Triunfo. Mucho del conocimiento sobre esta zona es debida a su trabajo. Vivía en la misma casa de donde yo había salido a escalar el Cerro Hermoso hace ya trece años. Ha pasado tanto tiempo.
En lo primero que insistió Don Segundo fue en pasar a la Cueva de los Incas. Esta parte no se si es leyenda o verdad científica, pero si se lograría confirmar la veracidad de los restos arqueológicos ahí encontrados, sería una prueba innegable de la presencia de pueblos originarios en esta región. Bueno, de ahí viene la leyenda del tesoro,...., pero esa en realidad no era nuestra preocupación.
Más bien estábamos inquietos por hallar un sitio para fijar el campamento y poder montar una parrilla para hacer un asado con las carnes tan bien refrigeradas en el culer.
Encontramos, con la ayuda de Don Segundo y el buen ojo de Wilfrido, el lugar apropiado a un poco más de 20 minutos del Triunfo. El camino hasta ahí es de herradura y hubo que hacer uso de toda la tracción del vehículo.
Primero procedimos al asado pues ya debía ser como las cuatro de la tarde. Después armamos el campamento e iniciamos el proceso de conocer la cañas de pescar. Personalmente no tuve mucho tiempo para el intento pues enseguida comenzamos con la tarea de armar las carpas.
Ahora si venían las grandes sorpresas del viaje. Primero Alexandra perdió todos su docuentos. Fue fácil darnos cuenta que alguien había abierto el vehículo y los había tomado. Una joven pareja del lugar los devolvió....con unos dólares menos. No digo más, los juicios de valor no son motivo de este espacio.
Luego fue la espera a la Marycarmen. Ella había prometido alcanzarnos en un bus que llegaba al Triunfo a las 19:00h. Doris, Alexandra y Wilfrido partieron a encontrarla. Yo me quedé en el campamento, debían ser como las 18:30 h. Aproveché para juntar leña y seguir alimentando la fogata que había encendido aprovechando las brasas que no se apagaron después del asado. Quedaba un poco de vino de la botella que habíamos abierto así que me senté a esperar el regreso de mis compañeros.
Cuando ya eran las 21:00 empecé a inquietarme. Luego las 22:30. Las horas se hacen largas en soledad. Me acordé de las palabras de Don Segundo: - cuando yo quiero hacer fiesta me voy a la montaña, siempre me gusta estar alegre, para qué estar triste- y así me cansé de mantener encendida la fogata y mejor me resigné a que mis amigos habían sufrido un contratiempo mayor por lo cual no los volvería a ver esa noche. Me retiré a al carpa...y al fin llegaron....el bus en que venía Marycarmen había tenido una larga demora.
Ahora si podíamos dar inicio a nuestar fiesta de Navidad: intercambio de regalos, más vino y canciones alrededor de la fogata hasta las cuatro de la mañana. Suficiente para un sólo día.
Salimos de Patate a las 9:00h. Cumplimos un ritual del que yo no tenía si no recuerdos de infancia: visitar la basílica del Señor de los Terremotos y su templete en el sitio exacto del hallazgo de la imagen después del Terremoto de 1797. Es por esto que por Baños pasamos las 10:45. Es cierto que la ruta por Patate hacia el Triunfo podía resultar mucho más emocionante que hacer la vuelta por Baños pero no queríamos forzar demasiado el vehículo de Wilfrido.
La ruta por Baños hacia el Triunfo comienza pasando la Ulba antes de Agoyán. Hay un gran letrero en el camino que anuncia la entrada al Parque Nacional de los Llanganatis. Este camino está casi totalmente pavimentado y correctamente señalizado. Llegamos al Triunfo a las 11:30.
Lo primero era preguntar por Don Segundo Rodríguez, el guía de montaña más emblemático de los Llanganatis y uno de los primeros colonos del Triunfo. Mucho del conocimiento sobre esta zona es debida a su trabajo. Vivía en la misma casa de donde yo había salido a escalar el Cerro Hermoso hace ya trece años. Ha pasado tanto tiempo.
En lo primero que insistió Don Segundo fue en pasar a la Cueva de los Incas. Esta parte no se si es leyenda o verdad científica, pero si se lograría confirmar la veracidad de los restos arqueológicos ahí encontrados, sería una prueba innegable de la presencia de pueblos originarios en esta región. Bueno, de ahí viene la leyenda del tesoro,...., pero esa en realidad no era nuestra preocupación.
Más bien estábamos inquietos por hallar un sitio para fijar el campamento y poder montar una parrilla para hacer un asado con las carnes tan bien refrigeradas en el culer.
Encontramos, con la ayuda de Don Segundo y el buen ojo de Wilfrido, el lugar apropiado a un poco más de 20 minutos del Triunfo. El camino hasta ahí es de herradura y hubo que hacer uso de toda la tracción del vehículo.
Primero procedimos al asado pues ya debía ser como las cuatro de la tarde. Después armamos el campamento e iniciamos el proceso de conocer la cañas de pescar. Personalmente no tuve mucho tiempo para el intento pues enseguida comenzamos con la tarea de armar las carpas.
Ahora si venían las grandes sorpresas del viaje. Primero Alexandra perdió todos su docuentos. Fue fácil darnos cuenta que alguien había abierto el vehículo y los había tomado. Una joven pareja del lugar los devolvió....con unos dólares menos. No digo más, los juicios de valor no son motivo de este espacio.
Luego fue la espera a la Marycarmen. Ella había prometido alcanzarnos en un bus que llegaba al Triunfo a las 19:00h. Doris, Alexandra y Wilfrido partieron a encontrarla. Yo me quedé en el campamento, debían ser como las 18:30 h. Aproveché para juntar leña y seguir alimentando la fogata que había encendido aprovechando las brasas que no se apagaron después del asado. Quedaba un poco de vino de la botella que habíamos abierto así que me senté a esperar el regreso de mis compañeros.
Cuando ya eran las 21:00 empecé a inquietarme. Luego las 22:30. Las horas se hacen largas en soledad. Me acordé de las palabras de Don Segundo: - cuando yo quiero hacer fiesta me voy a la montaña, siempre me gusta estar alegre, para qué estar triste- y así me cansé de mantener encendida la fogata y mejor me resigné a que mis amigos habían sufrido un contratiempo mayor por lo cual no los volvería a ver esa noche. Me retiré a al carpa...y al fin llegaron....el bus en que venía Marycarmen había tenido una larga demora.
Ahora si podíamos dar inicio a nuestar fiesta de Navidad: intercambio de regalos, más vino y canciones alrededor de la fogata hasta las cuatro de la mañana. Suficiente para un sólo día.
Llanganatis. La entrada es por el Triunfo
Viernes 18 de diciembre
Nos íbamos a despedir antes de las vacaciones de Navidad y Año Nuevo así que esta aventura tendría varias aristas sorprendentes.
La primera era junto con el Wilfrido proveernos de una nueva carpa y un aparato que yo nunca habría imaginado que tendría una utilidad para acampar: un culer. Además adquirimos un muy especializado cebo para pescar.
Pero entre todas las compras, Wilfrido había olvidado de llevar un regalo que íbamos a intercambiar en la noche del campamento. Así que el primer apuro fue acompañar junto con Alexandra al Wilfrido para que compre el respectivo obsequio. De todas manera eso nos sirvió para esperar a la Doris que otra vez tuvo que recorrer la larga distancia entre su casa y la mía en Quitumbe que ahora nos servía como punto de partida.
Así salimos del sur de Quito a las 20:00 h. Nuestra primera parada fue en Latacunga las 21:30 para la merienda. A las 22:00h ya estábamos de vuelta en el camino.
Durante el viaje me propuse divulgar a mis amigos la verdad histórica del lugar a donde nos dirigíamos: la parroquia el Triunfo del cantón Patate. No voy a insistir aquí en ese asunto pues asumo que referencias literarias como “El Triunfo sobre Leito Grande” , el cuento “Comuneros” del libro “Transparencias” o el mismo “Rey de la leña”, hacen mayor justicia a los trascendentales hechos ocurridos en esta parte del Ecuador, y que, oh desagracia la mayoría de los ecuatorianos ignora completamente.
Habíamos cambiado el plan inicial de acampar en Baños por la posibilidad de saludar a mi madre en Patate. Ella también había decidido viajar así que no la encontramos cuando llegamos a Patate a las 23:30h. De todas maneras pasamos esta primera noche en su casa.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
La Ronda
Texto de la Alexandra:
Dentro de las salidas urbanas (como dice Sebas) el grupo de aventura decide reunirse en casa de Doris para darle la bienvenida y al calor de tequilas y mezcal con gusano, disfrutamos una tarde llena de experiencias y anécdotas que Doris trajo de México.
Fueron varios recipientes con canguil que se consumieron mientras platicábamos y preparábamos nuestra nueva aventura para cerrar el año, se decidió esta vez aceptar la propuesta de ir a los Llanganates sin antes acampar en Baños a los pies del Volcán Tungurahua.
También entre debates sobre las Fiestas de Quito como una de las pocas capitales o la única que celebra sus fiestas, decidimos salir a farrear con motivo de esta fecha; así las propuestas fueron varias pero coincidimos en la negativa de ir las corridas de toros en la llamada “Plaza de las Torturas”.
Es así como las tres mujeres quiteñas del grupo debíamos organizar la celebración para nuestros compañeros “chagra y montubio”.
La propuesta inicial era ir a la Mitad del Mundo a celebrar a Quito culturalmente entre danzas, música y juegos pirotécnicos pero por la impuntualidad de los miembros del grupo, el plan b fue ir a La Ronda…
Dentro de las salidas urbanas (como dice Sebas) el grupo de aventura decide reunirse en casa de Doris para darle la bienvenida y al calor de tequilas y mezcal con gusano, disfrutamos una tarde llena de experiencias y anécdotas que Doris trajo de México.
Fueron varios recipientes con canguil que se consumieron mientras platicábamos y preparábamos nuestra nueva aventura para cerrar el año, se decidió esta vez aceptar la propuesta de ir a los Llanganates sin antes acampar en Baños a los pies del Volcán Tungurahua.
También entre debates sobre las Fiestas de Quito como una de las pocas capitales o la única que celebra sus fiestas, decidimos salir a farrear con motivo de esta fecha; así las propuestas fueron varias pero coincidimos en la negativa de ir las corridas de toros en la llamada “Plaza de las Torturas”.
Es así como las tres mujeres quiteñas del grupo debíamos organizar la celebración para nuestros compañeros “chagra y montubio”.
La propuesta inicial era ir a la Mitad del Mundo a celebrar a Quito culturalmente entre danzas, música y juegos pirotécnicos pero por la impuntualidad de los miembros del grupo, el plan b fue ir a La Ronda…
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