Jueves 20 de agosto
Había deciciones contrarias. Efrén pretendía conocer las instalaciones del hotel Decameron mientras que Doris y yo insistíamos en caminar sobre la arena. Ni modo, división.
Con Doris caminamos hasta dar con una bocana infranqueable. El camino playero nos recordó que nos hallábamos en un lugar lejano todavía del turismo de masas. La fauna nueva: tortugas marinas, un pez globo e innumerables cangrejos. De las tres especies, sola la última se encontraba con vida. Y recordando el cadáver de la serpiente del día anterior nos empezamos a preguntar si la naturaleza trataba de decirnos algo. De hecho cuatro grandes tortugas marinas muertas en la playa no es algo que deba suceder según los ritmos naturales.
Nos reencontramos con Efrén que e había preferido la lectura al viaje en solitario y comenzamos a preparar el almuerzo. Esta ves la solución fue más simple: papas con queso.
La tarde fue para el mar y la noche para las hamacas.
Viernes 21 de agosto
Aprovechamos nuestra última mañana en la playa para curar las heridas producidas por el sol, las hormigas y los mosquitos. El cuerpo debió acostumbrarse además a la dureza de la arena que adopta la solidez del concreto después de dos noches sobre ella.
Nos despedimos de nuestros anfitriones cocteleros prometiéndoles hacer que más gente conozca de la existencia de Mompiche. Ya sabemos que hay quien prefiere las aglomeraciones de Atacames, Súa y Tonsupa pero para quien busca lo diferente ahí está Mompiche y no se sabe todavía cuantas hermosas playas más. Y me imaginaba a mis amigos que dejé en Europa que debía estarse peleando por sus centímetros cuadrados de sol y arena. Y después preguntan por qué nos gusta vivir en el pequeño país de la Mitad del Mundo.
Partimos a las 16:10. Previamente Efrén realizó reaparaciones de emergencia en la nave. La Doris tomó el volante hasta Tonchigüe a las 17:05. Luego Efrén se puso otra vez al frente ya que la lluvia, la oscuridad y las rutas en construcción requeríande su pericia.
Tras una corta parada en la Independencia a las 20:48 llegamos a nuestar base de operaciones, la casa de la Doris al norte de Quito a las 23:40. Del mar a la montaña. Gracias país.
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